Si recurrimos a una definición precisa se puede decir que es cualquier persona con relación a su padre o a su madre. En cambio, se puede acudir a diversas interpretaciones del término: unas filosóficas como que "los hijos son las anclas que atan a la vida a las madres"; enunciada por Sófocles; u otras mucho más empíricas como el aforismo de Tolstoi en el que expone que "los hijos son tormento, y no otra cosa". Pero mirando esto desde cualquier punto de vista, y teniendo "los hijos" como algo bueno o malo; todo el mundo es consciente de que son algo trascendental en la vida de cualquier persona; así como algo intrínseco a la vida, pues todos; queramos o no; somos hijos.
Dentro del contexto de la familia un futuro hijo es la reconfiguración de la entidad de un hogar. Con la llegada de un nuevo miembro se despliega la urdimbre generacional, dando lugar a cambios en el contexto de la familia y todo lo que le rodea. Un hijo se convierte desde su llegada en portador de costumbres, usos, valores y tradiciones, como a su vez de diversas expectativas y deseos que sus progenitores depositan en él incluso antes de su llegada al mundo.
En el plano social, los hijos son uno de los elementos fundamentales para la perpetuidad y renovación de la cultura, el conocimiento, el pensamiento, y el resto de actividades contiguas al ser humano. Pues sin nuevas generaciones, es decir, sin descendencia, todos estos aspectos de la sociedad en que vivimos irían siendo cada vez propiedad de grupos más reductos llegando a la situación caótica de la desaparición humana. Una sociedad sin hijos, es una sociedad en proceso de decadencia y futura desaparición; por el hecho tan lógico de que la vida es algo finito que sino se renueva en forma de otros seres semejantes, los hijos, termina por extinguirse. Por tanto tienen también los hijos un desempeño biológico, como continuación de la vida racional. http://www.youtube.com/watch?v=CV6ykzsgjMQ
No hay comentarios:
Publicar un comentario